Mis progenitores básicamente son buena gente y desde pequeña (casi tanto como mi Dorita de la cabecera) me enseñaron a ser agradecida. Pues bien, siguiendo sus enseñanzas, ya hace algunas semanas que decidí que este blog, continente de muchas horas de trabajo, debía llamarse como uno de mis personajes, un poquito real y un muchito imaginario, al que le debo muchos momentos divertidos. En realidad, es el más divertido de todos, porque por alguna extraña razón tiendo a la tristonería cuando me lanzo a escribir alguna "cosica".
Pues bien, la historia de la Señorita Dorita nació para realizar una de las prácticas de Creatividad I en la que teníamos que crear una empresa distinta. El personaje ya rondaba en mi cabeza, deseando ser protagonista de alguna aventura, pero debía ser una especial para ella, en la que su personalidad brillara con todo su esplendor, y con aquella práctica encontré lo que se merecía... ¡Y cómo me divertí en su configuración! Por eso, mi agradecimiento y por ese motivo, este nombre para mi blog.
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